Palomarejos Golf Noticias

Estas dos últimas semanas hemos registrado temperaturas máximas por encima de 40º, marcando una media de las máximas de 38,6º y 16,8º las mínimas. No es necesario recordar que estas no son condiciones óptimas para mantener un césped de clima frío como el nuestro.

Enfilando ya, como estamos, el último tercio del período estival, el campo de golf sigue sufriendo las condiciones adversas propias de la época. Ni que decir tiene que nuestro campo, basado principalmente en Ryegrass y Agrostis sobre una base franco-arenosa es claro objetivo de las tropas enemigas veraniegas. Por si fuera poco, el continuo viento que sopla en este bendito Valle del Tajo, y una cobertura de riego centrada en greenes, calle definida y tees, no ayuda mucho.

En estos momentos, la supervivencia de la planta es el objetivo primordial del mantenimiento, pasando a segundo plano otros aspectos como la velocidad de los greenes o el paisajismo. Es por ello que tenemos implementadas una serie de estrategias de trabajo que nos ayudan en el mantenimiento de la salud del césped, tales como el adelanto del comienzo del rieg por la noche, la subida en las alturas de corte del campo, riegos ligeros durante el día, y la alternancia del rulado de greenes en lugar de la siega tradicional.

Como dice un colego de profesión, el greenkeeper Adam Garr, el verano es literalmente una cuestión de vida o muerte.

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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf

 

A las puertas ya del mes de julio, las condiciones de verano parece que se han instalado definitivamente sobre nuestro campo.

Para mantener el campo en las mejores condiciones posible de juego, a veces nos vemos obligados a refrescar durante las horas centrales del día, aquellas zonas más sensibles a la desecación (especialmente greenes y zonas muy expuestas al viento). Este tipo de riego ligero, más que humedecer la tierra actúa sólo a nivel de la planta, mojándola ligeramente. Este agua al evaporarse "roba" calor a la superficie de las hojas y tallos, produciéndose un refrescamiento de la planta en general. Es un proceso similar a la evaporación del sudor en nuestra piel.

Asimismo, inmersos en los trabajos de verano, estamos recebando los greenes ligeramente con arena silícea, actuación necesaria para aumentar el volumen de poros en el perfil del terreno, clave para la correcta respiración de la cubierta cespitosa y para evitar la aparición de colchón (thatch) y la compactación de los greenes.

 

 
El campo de golf es un ser vivo, evoluciona durante el año y cambia su aspecto dependiendo del mes del año en que nos encontremos. Por eso es normal que durante las próximas semanas estivales, durante su partida puedan encontrarse zonas menos verdes o más secas. Es normal, de hecho salvo en greenes, tees y fairways, dejamos que estas zonas cambien de color o se sequen, pues entendemos que forma parte del golf en sí. Un juego lleno de contraste y colores, que cambia y nos obliga a adaptarnos a los condiciones actuales.

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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf

 

Antiguamente, en la construcción de los campos de golf, el diseño del riego en las calles se limitaba a una simple línea central, donde se ubicaban los aspersores. Y se hacía de esta forma porque dichos aspersores se conectaban manualmente y, normalmente, no había tiempo ni dinero para regar todas las zonas del campo de golf.

Conforme avanzó la tecnología, tanto en la construcción del sistema de riego como en el software para gestionarlo, el diseño se adaptó a la misma con la capacidad de regar todas las áreas del campo, incluidos los rough, pudiendo mantener su buen aspecto durante todo el año, incluido el verano.


De hecho, los campos más antiguos fueron ampliando líneas de riego hacia los rough, mejorando el aspecto estético de los mismos, situación muy demandada por los jugadores. Mientras que los que no ampliaron la línea central, iban perdiendo color y densidad conforme se alejaba uno de la línea teórica del juego.

Y aquí es dónde empieza la problemática del juego. Aquellos campos que fueron diseñados con una simple línea central de riego y roughs sembrados con especies poco densas, ahora que podían permitirse el regar todo el rough mejorando el color y densidad de dichas zonas. Pero el cuento no siempre tiene final feliz, puesto que hay especies sembradas como rough que proporcionan una superficie de juego no seseada cuando son regadas en exceso, por lo que un buen tiro que se fuese ligeramente al lateral de la calle penalizaría mucho más que un mal golpe corto, pero que quedara dentro de la calle.

Ante esta disyuntiva, muchos campos han optado por hacer un corte de semirough, pero ello implica la adquisición de nuevas máquinas y el empleo de horas adicionales para preparar esta nueva zona de siega. Más y más gasto, desvirtuando la idea original del diseño del campo.

¿De verdad es necesario regar el campo "de pared a pared"?, ¿es indispensable para el normal y lógico desarrollo del juego?. Mi opinión es clara al respecto, aunque habrá gente que no la comparta...........y es ¡¡no!!.

No a regar todo el campo, no a mantenerlo como un jardín siempre verde durante los doce meses del año. No, no y no.

 
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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf

Dentro del plan anual de fertilización de los greenes de Palomarejos Golf, las aplicaciones foliares juegan un papel fundamental en el mismo.

Aún manteniendo la base granular de la fertilización, cada día toma más protagonismo dichas aplicaciones foliares.

En el día de hoy, estamos aplicando a los greenes un caldo nutritivo muy completo, a base de humectantes y surfactantes, urea foliar, aminoácidos esenciales, silíceo, cobalto, calcio y fosfito potásico.

Mediante esta combinación completamos y abarcamos de una manera eficiente las necesidades nutricionales de la planta, a la par que la dotamos de una mayor resistencia a las enfermedades y al estrés por temperatura del incipiente verano.

 

 
 
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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf

Cuánto mal ha hecho el golf por televisión. En multitud de ocasiones he repetido esa frase cuando los jugadores, socios o incluso compañeros de trabajo me piden que el campo se vea "tan verde" como los que salen por la televisión, especialmente los campos de golf americanos, auténticos jardines, en nuestro mundo se conoce esto como el SÍNDROME DE AUGUSTA.

Soy de la opinión que un campo de golf no necesita estar mantenido al máximo los 365 días del año, o que incluso no debe ser ese el objetivo. Esta concepción del mantenimiento es demasiado cara e insostenible en el tiempo. En época de recesión económica, de menos jugadores, y de avances en mantenimiento eficiente, se hace imprescindible abordar de manera sostenible el cuidado de los campos de golf.

Los campos de golf sostenibles requieren de menos agua, menor uso de fitosanitarios y un mantenimiento menos intensivo. Por lo tanto, una gestión sostenible nos llevará a un mejor coste del mismo, por lo que podríamos abordar nuevas estrategias de reducción de precios al cliente. Los campos de golf sostenibles serían, de hecho, más divertidos de jugar.

Finalmente, los campos de golf sostenibles son más "socialmente responsables" ya que utilizan los recursos naturales propios de la zona tanto en el diseño como en las estrategias del mantenimiento en sí.

Es por ello, que Palomarejos Golf lleva apostando por el mantenimiento sostenible del campo de golf, reduciendo las zonas de siega, creando reservorios naturales para la flora y fauna local, y apostando por usos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente de fertilizantes y fitosanitarios.

La próxima vez que visite Palomarejos Golf, fíjese en esos pequeños detalles, y compruebe la forma en que intentamos mantener la finca lo más natural posible para nuestras futuras generaciones.

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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf