Los coches de golf han hecho que la práctica del deporte del golf sea mucho más accesible a los jugadores, incluso convirtiendo el juego en algo divertido. Sin embargo, como con la mayoría de cosas de la vida, siempre existe una cara buena y una mal, y en este caso la mala es el perjuicio que ocasionamos sobre nuestra superficie de césped, y no solamente a la planta en sí sino además sobre el terreno bajo ella.

 


  1. Daños a la planta por el peso del vehículo.

El peso del jugador de golf y el vehículo causa daños al césped por presión sobre los tejidos de la planta. Afortunadamente las gramíneas poseen una extraordinaria resistencia al pisoteo por lo que salvo, presión continua y localizada, no afectaría en sobremanera a la salud de nuestra planta.

 


  1. Compactación del terreno

La compactación de terreno es inmediata en condiciones de encharcamiento o alta presencia de agua, siendo mucho más evidente con el paso de vehículos que con el pisoteo de jugadores. Se calcula que la combinación de peso, velocidad y giros de los vehículo aumenta en 50 veces la compactación comparada con el transito normal.

La razón se encuentra en que dicha presión sobre el terreno desplaza el aire existente en los poros de la tierra, siendo estos ocupados tierra y limitando el movimiento del agua y aire por ella, impidiendo la normal respiración de la planta por las raíces. Si esta situación se prolonga en el tiempo, la planta acabará por morir. No solo corremos el riesgo de perder nuestra cubierta cespitosa.

Un ejemplo de esto, lo hemos tenido esta semana en el Hoyo 9 de Palomarejos Golf. Debido al continuo paso de frentes lluviosos padecemos, en determinados puntos del campo, de condiciones de encharcamiento. Si sobre estos punto el jugador decide pasar con el vehículo provocaremos los siguiente:

Rodadas en Hoyo 9

Como siempre, recomiendo una lectura referente a vehículos y compactación en campos de golf:

http://anrcatalog.ucdavis.edu/pdf/8080.pdf

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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf