A las puertas ya del mes de julio, las condiciones de verano parece que se han instalado definitivamente sobre nuestro campo.

Para mantener el campo en las mejores condiciones posible de juego, a veces nos vemos obligados a refrescar durante las horas centrales del día, aquellas zonas más sensibles a la desecación (especialmente greenes y zonas muy expuestas al viento). Este tipo de riego ligero, más que humedecer la tierra actúa sólo a nivel de la planta, mojándola ligeramente. Este agua al evaporarse "roba" calor a la superficie de las hojas y tallos, produciéndose un refrescamiento de la planta en general. Es un proceso similar a la evaporación del sudor en nuestra piel.

Asimismo, inmersos en los trabajos de verano, estamos recebando los greenes ligeramente con arena silícea, actuación necesaria para aumentar el volumen de poros en el perfil del terreno, clave para la correcta respiración de la cubierta cespitosa y para evitar la aparición de colchón (thatch) y la compactación de los greenes.

 
topdressing 2
 
El campo de golf es un ser vivo, evoluciona durante el año y cambia su aspecto dependiendo del mes del año en que nos encontremos. Por eso es normal que durante las próximas semanas estivales, durante su partida puedan encontrarse zonas menos verdes o más secas. Es normal, de hecho salvo en greenes, tees y fairways, dejamos que estas zonas cambien de color o se sequen, pues entendemos que forma parte del golf en sí. Un juego lleno de contraste y colores, que cambia y nos obliga a adaptarnos a los condiciones actuales.

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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf