Patología en campos de golf: Hilo rojo

Ahora que estamos saliendo del invierno, debemos estar atentos a las primeras enfermedades de carácter fúngico que sufriremos.

Aquí, en Palomarejos Golf, la primera de ellas y de carácter recurrente es la denominada HILO ROJO.

La enfermedad es una patología foliar que normalmente afecta a las gramíneas de altura de corte elevada, especialmente a aquellas con deficiencias nutricionales de Nitrógeno, y especialmente en primavera y otoño, cuando las temperaturas se sitúan en el rango comprendido entre los 16ºC y los 24ºC.

Las principales especies afectadas son:

• Poa spp.
• Festuca spp.
• Lolium spp.
• Agrostis spp.

 
Los síntomas característicos de la enfermedad se manifiestan de una manera muy aparente y desagradable, si bien la corona y tallos no se ven afectados, por lo cual la planta rara vez muere por el ataque del hongo, recuperándose una vez pasado el ataque más severo.
 

El nombre de Hilo Rojo proviene de las estructuras a modo de pequeñas antenas (esclerocios) que son producidas por el hongo patógeno (Laetisaria fuciformis) en las puntas de las hojas infectadas. Los esclerocios, de color rojo o rosáceo, son visibles a simple vista siendo su característica más reseñable por la que la enfermedad es diagnosticada.

Los daños producidos por el Hilo Rojo muestran un patrón en parches circulares de entre 5 a 10 centímetros de diámetro. Una especie de micelio rojizo mantiene las hojas infectadas juntas.

Ciclo de la enfermedad

El patógeno Laetisaria fuciformis sobrevive como esclerocio o micelio sobre los restos de siega o en el colchón del césped, los períodos desfavorables para la propagación de la enfermedad, pudiendo sobrevivir el hongo hasta 2 años.

Estos esclerocios se ayudan del agua, viento o el propio paso de jugadores y máquinas para su propagación física, aunque dependen de un medio suficientemente húmedo para propagas la infección, pudiendo el hongo germinar en un amplio espectro de temperaturas. La infección ocurre de una manera rápida, pudiendo presentarse los síntomas (hojas muertas) al cabo de los 2 días del inicio del ataque fúngico.

Las infecciones se darán preferiblemente sobre gramíneas sometidos a cierto estrés de crecimiento, debido a una pobre fertilización, terrenos compactados, sequía o como consecuencia del uso de reguladores de crecimiento.

Características generales

El primer síntoma que claramente denota la enfermedad son parches circulares sobre la hierba, con un aspecto de césped mojado, preferiblemente en primavera. Estos parches infectados mueren rápidamente, adoptando un color bronce.

A menudo, en los parches necróticos se pueden apreciar hojas que no se han visto afectadas por la infección, tomando dichos parches un aspecto desordenado o irregular, alternando zonas infectadas con otras que permanecen sanas. En caso de incidencia grave de la enfermedad, los parches aparecerán en su totalidad afectados con la consecuente muerte de las hojas del mismo, apareciendo parches circulares de, en ocasiones, hasta 50 cm de diámetro, pudiendo a veces juntarse para formar parches necróticos de gran tamaño. Durante períodos favorables de alta humedad, el hongo Laetisaria fuciformis crece vigorosamente sobre las hojas y tallos infectados de la planta. Entonces, el hongo produce unas hifas a modo de filamentos o telarañas, de aspecto rosado y rojizo en las puntas de las hojas infectadas. Estos filamentos pueden sobresalir hasta 2 centímetros por encima del tejido afectado, pudiendo ser fácilmente identificados, siendo esta característica lo que provee el nombre a esta enfermedad: HILO ROJO.

Control de la enfermedad

Control genético

La resistencia genética a la infección de Laetisaria fuciformis es bastante limitada. El listado de variedades de gramíneas con diferente susceptibilidad y/o resistencia al hongo pueden ser consultada en la página web: www.ntep.org

Poniendo como ejemplo a Lolium perenne, la NTEP provee esta tabla de resultados (tabla año 2008):

 Control cultural

La principal opción de control de la infección, basada en métodos culturales, implica una correcta aplicación de un programa de fertilización nitrogenada. Conviene replantearse la aplicación de nitrógeno en otoño, y considerar una aplicación extra en primavera, sobre todo en aquellas zonas de presencia recurrente del hongo Hilo Rojo.

Un buen plan de fertilización nitrogenado, puede reducir drásticamente la aparición de la enfermedad en un plazo de 2 ó 3 años.

Si a la fertilización adecuada, acompañamos con otras buenas prácticas culturales, ayudaremos a la eliminación de la incidencia de la enfermedad.

Posteriores apariciones de la infección pueden ser minimizados mediante prácticas que reduzcan la presencia continuada de humedad sobre la superficie de las plantas, como por ejemplo quitar el rocío matutino o regar a primeras horas de la mañana, evitando los riegos vespertinos.

Hay que procurar en los riegos aportar un volumen de agua suficiente para humedecer toda la zona radicular, repitiendo el proceso una vez desaparecida esta agua (no antes).

Asimismo, es recomendable podar o eliminar los árboles y arbustos que eviten la correcta ventilación de la zona afectada por la enfermedad, favoreciendo a la vez la correcta penetración de la luz solar.

Eliminar los restos de siega de las zonas infectadas ayuda a controlar la dispersión del ataque fúngico.

Si la aparición de Hilo Rojo se hiciera recurrente año tras año, se recomienda mantener el pH del suelo entre los valores de 6,5 y 7.

Control químico

Existen diversos fungicidas con reconocido éxito en el control del Hilo Rojo.

La familia de las Estrobilurinas ha demostrado una alta eficacia, especialmente cuando han sido empleados antes de la aparición de los esclerocios típicos de la enfermedad. Asimismo, el Flutolanil ha demostrado tener una gran efectividad.

Suele ocurrir que junto con el desarrollo de la enfermedad, aparezcan conjuntamente infecciones de Microdochium y Sclerotinia por lo que es recomendable mezclar los anteriores fungicidas con otros que sí controlen a estos dos últimos.

Cuando la aplicación de fungicidas se combina con un correcto tratamiento cultural, se hará innecesaria la repetición de las aplicaciones. Bastará en este caso en mantener una adecuado nivel nutricional, sobre todo de Nitrógeno, durante la primavera y a lo sumo el verano.

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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf