40º
 

Estas dos últimas semanas hemos registrado temperaturas máximas por encima de 40º, marcando una media de las máximas de 38,6º y 16,8º las mínimas. No es necesario recordar que estas no son condiciones óptimas para mantener un césped de clima frío como el nuestro.

Enfilando ya, como estamos, el último tercio del período estival, el campo de golf sigue sufriendo las condiciones adversas propias de la época. Ni que decir tiene que nuestro campo, basado principalmente en Ryegrass y Agrostis sobre una base franco-arenosa es claro objetivo de las tropas enemigas veraniegas. Por si fuera poco, el continuo viento que sopla en este bendito Valle del Tajo, y una cobertura de riego centrada en greenes, calle definida y tees, no ayuda mucho.

En estos momentos, la supervivencia de la planta es el objetivo primordial del mantenimiento, pasando a segundo plano otros aspectos como la velocidad de los greenes o el paisajismo. Es por ello que tenemos implementadas una serie de estrategias de trabajo que nos ayudan en el mantenimiento de la salud del césped, tales como el adelanto del comienzo del rieg por la noche, la subida en las alturas de corte del campo, riegos ligeros durante el día, y la alternancia del rulado de greenes en lugar de la siega tradicional.

Como dice un colego de profesión, el greenkeeper Adam Garr, el verano es literalmente una cuestión de vida o muerte.

 

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Javier Fuentes

Head Greenkeeper Palomarejos Golf